Francisco Delgado Pulido, ‘El Puli’, deja Limagrain Ibérica tras una vida dedicada al trabajo.
A ‘El Puli’ pensar en la jubilación le da cierto vértigo. Le quedan unos pocos meses en la empresa de su vida, Limagrain Ibérica pero, lo de pensar en el futuro próximo no va con él. “Ahora mismo estoy pensando en la jornada de trabajo de mañana”, comenta en una conversación telefónica hecha con motivo de su jubilación.
Limagrain Ibérica terminó siendo la casa de ‘El Puli’ gracias a uno de sus mejores amigos de la infancia. La empresa en la que trabajaba Francisco había quebrado, pero, en cuestión de una semana, el poder de la amistad le dio otra oportunidad. Del mundo de la construcción, al de la agricultura.
Desde 1994, ‘El Puli’ se ha mantenido fiel a la estructura de Limagrain Ibérica, incluso cuando en 2015 tuvo que cambiar sus rutinas por el cambio de sede. De Marchena, el veterano sevillano de Limagrain tuvo que pasar a trabajar a la planta de Córdoba. “Todos los días nos pegamos un ratito de viaje”, explica, “pero lo realizamos en el coche de empresa y con facilidades”, señala.
“En ningún momento me planteé dejar esta empresa cuando tuve que cambiar el lugar de trabajo”, continúa. “Ya conocía de sobra este oficio, sabía que me gustaba y al final nos hemos acostumbrado”, reconoce.
Posiblemente, la mayor fortuna de ‘El Puli’ en el ámbito laboral ha sido tener un trabajo del todo interesante. “Antes el trabajo era mucho más arduo pero, como todo, ha ido evolucionando. Me encanta el campo, que me hablen y me expliquen las variedades, las cualidades de cada producto… Tener compañeros tan didácticos como los que he tenido ha sido todo un privilegio para mí”.
De los compañeros habla nuestro protagonista con afecto. “Desde el principio -hace casi 30 años- recuerdo que me acogieron de maravilla. Limagrain es una familia y lo demuestra día a día. Mi agradecimiento a ellos es total”, apunta.
‘El Puli’ ha podido compaginar todos estos años su trabajo y el deporte, una de sus grandes aficiones. A diario camina y sale a correr, una vida activa que le ha permitido llegar a su jubilación en plenitud. “Me gusta estar activo y hacer cosas. Me preocupa la jubilación en ese sentido y ser más sedentario a partir de ahora”.
De julio en adelante, uno de los estandartes de «la vieja guardia de Limagrain Ibérica» podrá disfrutar con más sosiego de su familia. Su mujer y “sus niños”: 27 años tiene el niño pequeño y 33 la mayor. También habrá tiempo para cuidar a sus amigos, especialmente de aquel colega que le ayudó a formar parte de la familia Limagrain, y de seguir al equipo de su corazón, el Sevilla F.C.
Dpto. Marketing y Comunicación
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