Julio del Río, una vida de sacrificio, trabajo y pasíon

Viernes, 3 de marzo de 2023. Después de 37 años, queda menos de un mes para su último día en Limagrain Ibérica y, al final, a través de una videollamada, conseguimos robarle un rato a Julio del Río. Anécdotas, vivencias, … en resumen, una vida con una gran dedicación a su trabajo y a su otra familia, Limagrain Ibérica.

Días antes, en una visita a la sede de Elorz, en la hora del café comentaba con “sus chicas de administración” sus planes para la jubilación: rutas en moto, un viaje, disfrutar de su familia, … Todos en este café escuchan y disfrutan de uno de los últimos momentos de Julio antes de su jubilación.

Puntuales, comienza nuestra videollamada, Julio, Vanesa y yo estamos listos para comenzar. Hacemos una broma para romper el hielo, pensamos que este momento podría dar comienzo a los “Podcasts de Limagrain”, pero a Julio, que está tan metido en su trabajo, solo le viene a la mente la palabra “Forecast”. Él trae las preguntas preparadas, se nota que es un hombre serio y organizado, al que le gusta tener todo bajo control.

– ¿Por qué Limagrain? ¿Cómo comenzaste en Limagrain?

– No fue una casualidad, empecé antes de que la empresa se llamase Limagrain. El tema de las semillas me gustaba, yo venía de una empresa extractora de girasol, pasamos por Senasa, Shell, Nickerson, hasta que, finalmente, Limagrain compró todo y pasamos a ser una empresa multiespecie. La verdad que, viniendo de vender solo girasol, al entrar la multiespecie, me gustó y me enganchó, era la forma de dar un servicio más completo al agricultor. Al final, Limagrain era una compañía bastante potente, y eso engancha también.

– ¿Cuáles son los valores que destacarías de Limagrain?

– Hay una cosa que siempre he dicho que hay en esta empresa, Limagrain es como una familia. Bastantes compañías me han tirado los tejos a lo largo de los años, pero para mí, Limagrain era una familia, y no les iba a dejar solos. Para bien o para mal, sigo con ellos y por ese motivo he seguido y he estado tantos años aquí.

– Tu equipo, ¿cómo se ha ido formando, y qué ha supuesto verlo crecer?

– Estuve durante 10 años solo en Castilla y León, y allí se hacía de todo: marketing, ventas producción,… era multitrabajo.

Poco a poco, conforme se fue aumentando la facturación, fuimos metiendo a gente, fichando al equipo. Era gente que vino a través de procesos de selección, o de otras compañías que se fueron comprando, como Nickerson o Advanta. Se hizo un buen equipo, gente muy trabajadora. ¿Puede haberlos mejores? Seguro, pero es muy difícil encontrar un equipo tan bueno como este.

– ¿Cuáles son los motivos que te han llevado a trabajar durante tanto tiempo en Limagrain?

– Hemos tenido momentos buenos, momentos malos, y siempre pienso, que he tenido suerte porque he perdurado. Tuvimos una época muy mala, cuando entró la PAC, donde los agricultores llegaron a la conclusión de que no hacía falta producir, con sembrar era suficiente.  Ahí, en la empresa, hubo una restructuración.

Con el tiempo, todo cambio, la compañía volvió a ser muy potente. Día a día se trabajó con dedicación, con el objetivo de ir consiguiendo más mercado, creando una muy buena posición de Limagrain en todas las especies.

– ¿Cómo es tu día a día?

– Mi día a día ha cambiado mucho a lo largo de los años. Al principio, salía muy pronto a la mañana, y volvía a casa hacia las 9:30 de la noche. Antes no había Power-Point, ni ordenadores, todo lo tenía que hacer uno mismo y era esencial la relación cercana con los agricultores.

– ¿Cómo era, y continúa siendo, la relación con los distribuidores?

– En 37 años ha habido muchos cambios; gente que sigue con nosotros y gente que, por condiciones de mercado, cambió, pero, en general, la relación personal con todos sigue siendo muy buena.

Con el tema de la distribución, por un lado hay una parte muy importante que es el tema profesional y por otro lado está la relación personal. Con los años he ido ganando muchos amigos en la distribución pero desde el principio les he diferenciado mucho el negocio del tema personal. Eso ha hecho que a nivel personal haya podido estar con amigos de vacaciones, con nuestras parejas, sin mezclar nunca una cosa con la otra.

– Tras muchos años de viajes por trabajo, seguro que tienes millones de anécdotas que recordar, ¿con cuál te quedarías, o cuál destacarías?

– He tenido muchas…Recuerdo una en mis inicios, en una visita a un agricultor que había sembrado colza mal, y fuera de tiempo, en diciembre, en una altitud casi puerto, y nos llamó para que fuésemos a verla. Era una finca grande, y de lejos se veía todo amarillo, pero conforme nos acercamos, no era colza, era una planta de la misma familia y dije… “Madre mía…». El agricultor me preguntó, qué tal lo ves, a lo cual respondí: “Está bien, pero no me gusta como está cuajando”. Y pensé, “Vámonos, que nos mata… ¡30 hectáreas había sembrado!”.

En otra ocasión, estábamos en la finca de un cliente, íbamos en su Land Rover y tenía en la cabeza una araña tan grande como su gorra, y pensé: “Esta nos come, nos come”…

Anécdotas ha habido muchísimas. Me gustaría tener mucha más memoria y escribir un libro algún día…

– ¿Qué crees que vas a echar de menos?

– Yo pienso que, al principio, será duro cambiar, de repente, de la presión diaria, de madrugar, salir el lunes, volver el viernes, … y prepararte para hacer lo mismo la semana siguiente. Se echará de menos porque, en este puesto, te acostumbras a ello y, al final, es como una droga para estar día a día fuerte.

Por supuesto echaré de menos a los compañeros, seguiremos en contacto, pero será una relación más lejana. A nivel distribuidor, me estoy despidiendo ya con alguno y, con muchos, quedaré, haré viajes, excursiones y, si voy a algún sitio seguro que quedaré con ellos a tomar un café.

– El equipo.., un equipo esparcido por toda Castilla y León y Galicia. ¿Cómo has llevado la distancia? Háblanos de esa buhardilla / oficina.

– Hacíamos reuniones allí, pero ya no tengo espacio para que nos juntemos 6 o 7 en esa oficina. Al principio, nos reuníamos todos los lunes, para hacer el resumen de la semana anterior y organizar la semana siguiente. Era muy importante, porque no sólo servía para actualizarse, sino para hacer equipo. Nos íbamos a comer y, al final, eso hace que no trabajes con compañeros, sino que trabajes con amigos. Les voy a echar de menos… Ahora tendré que pensar qué monto allá arriba.

-¿Crees que es importante a nivel personal que entiendan tu pasión por este trabajo?

– Es complicado…Mi mujer ya me conoció así, pero es verdad que a alguien que le toca de cero le cueste entenderlo, y puede llevar a muchos problemas familiares. Puede parecer que estás de “cachondeo”, de cenas, hoteles y viajes, pero eso es un sacrificio. Hay que estar con clientes y hay que sacar adelante las ventas. Además, como ya sabéis, la agricultura no conoce horarios, festivos ni vacaciones.

– ¿Un deseo para el equipo de Limagrain?

– En resumen, veo que es muy importante, en cualquier compañía, que haya relación interdepartamental. Yo esto lo he tenido muy presente, porque el departamento comercial siempre ha dependido de todos los departamentos, y es muy importante ayudarnos y apoyarnos, en distintos momentos. Puede que lleve más trabajo tener relaciones así, pero es la única manera de que luego todo funcione correctamente.

– ¿Qué es lo que más ganas tienes de hacer, que no has podido llevarlo a cabo durante todos estos años?

– Echaré de menos la presión, los compañeros, el día a día, … pero ahora es momento de atender a la gente con la que no he podido estar porque no tenía tiempo, dar una vuelta por ahí, vacaciones…En definitiva, lo que voy a echar de menos va a ser la parte personal, lo demás, nada, porque es trabajo y se olvida pronto (se ríe).

Lo de levantarme pronto no lo echaré de menos porque voy a seguir madrugando, porque si no, los días son muy cortos. La diferencia va a estar en que los fines de semana van a ser de viernes a lunes, martes descanso, miércoles me repondré, jueves trabajaré un poquito y viernes otra vez fin de semana.

Un distribuidor con el que tengo mucha relación me intentó engañar para poner una huerta. Me llevó un día a la suya y dije: “Tú estás loco”, iré a comprar unos tomates a la plaza y ya está.

Eso sí, quiero hacer cosas, pero nada de huerto o agricultura. Haré alguna “chapuzilla”, montaré cosas nuevas. Tendré una ocupación día a día, pero sin estrés, sin prisa y tranquilamente.

Respuestas rápidas:

• ¿Qué es Limagrain para ti?:

Una segunda familia.

• ¿Qué vas a olvidar rápido?:

La presión y la tensión.

• ¿Con qué te quedas?:

Todo lo que ha sido positivo en mi vida laboral. Como decía un cliente, del trabajo hay que disfrutar, y eso es lo que he intentado.

• Un deseo:

Que Limagrain siga siendo líder y que se supere a sí misma.

• Persona que ha marcado tu vida profesional:

Ha habido varias personas que me han marcado a nivel gestión, personal y compañerismo, pero no voy a decir nombre ni apellidos.

• Un lugar:

Castilla y León y Santander.

• Una afición:

Marquetería, quedar con los amigos, la moto.

• Un viaje:

Antes de la pandemia, viajaba todos los años, y el año que viene iremos a hacer un crucero con los amigos, por Tailandia o el Caribe.

• Persona que ha marcado tu vida personal:

Mi mujer. Si ella no me hubiese apoyado, no podría haber estado fuera de casa durante 37 años, 4 días todas las semanas.

• Un deseo:

Poder cumplir todo lo anterior.

Una vida de sacrificio, trabajo y pasión por Limagrain Ibérica. Gracias Julio por todos los años dedicados a esta empresa, te echaremos en falta. ¡Disfruta de la nueva etapa!

Paula Bayo

Dpto. Marketing y Comunicación